Cáncer de ovario

Las mujeres tienen dos ovarios que se encuentran en la pelvis y que se comunican con el resto del aparato reproductor femenino por las trompas.

Su función principal es la reproducción y, supeditada a ésta, la producción de hormonas femeninas. Los ovarios tienen un recubrimiento formado por células epiteliales. De la transformación maligna de estas células surgen la inmensa mayoría de los cánceres de ovario.

Se desarrolla sobre todo en las mujeres de entre 50 y 70 años; globalmente, alrededor de 1 de cada 7 mujeres desarrolla esta enfermedad. Es el tercer cáncer más frecuente del aparato reproductor femenino, pero en cambio mueren más mujeres de cáncer de ovario que de cualquier otro que afecte al aparato reproductor.

Prevención:

El cáncer de ovario es menos frecuente en las mujeres que han tenido varios hijos. También es menos frecuente entre las mujeres que han tomado anovulatorios orales durante años. No obstante, ningún estudio ha demostrado que esa menor probabilidad de cáncer de ovario en las mujeres que han tomado anticonceptivos se vea compensada por otros efectos secundarios como el aumento de incidencia de enfermedades cardiovasculares y, posiblemente, de otros tumores. Por eso no está justificado su uso preventivo en la población general. Un caso especial son las mujeres de muy alto riesgo, como aquellas con un síndrome hereditario de cáncer de mama y ovario (BRCA), en las que se está estudiando el papel protector de los anovulatorios e incluso, puede proponerse a la paciente, la extirpación de ambos ovarios a los 35 años si ya ha cumplido sus deseos de descendencia.

Diagnóstico:

El diagnóstico de cáncer de ovario en sus primeros estadios es difícil de establecer, porque los síntomas habitualmente no aparecen hasta que el cáncer se ha diseminado y porque muchas otras enfermedades menos graves tienen síntomas similares.

El diagnóstico suele sospecharse cuando se detecta una masa pélvica en una revisión ginecológica de rutina. La ecografía, la tomografía axial (TAC), la resonancia magnética y un análisis de sangre llamado CA-125 hacen más firme esta sospecha que tendrá que confirmarse en la operación.

Tratamiento:

El factor que más condiciona las posibilidades de éxito en el tratamiento del cáncer de ovario es una cirugía que elimine completamente el tumor. En la mayoría de los casos se extirpa por completo el útero y ambos ovarios, se quitan o se biopsian los ganglios regionales, y se toman citologías y biopsias de todo el interior del abdomen. En mujeres jóvenes con tumores muy precoces y que quieran tener hijos puede, algunas veces, optarse por una cirugía conservadora que preserve la fertilidad. Salvo en casos de tumores poco agresivos y en fases muy precoces siempre se administra quimioterapia después de la operación. El cáncer de ovario en sus fases iniciales es altamente curable. En sus fases intermedias y avanzadas los resultados de supervivencia son peores pero han mejorado mucho en los últimos años. En cualquier caso, sigue siendo el tumor ginecológico que más muertes causa. Además de los avances que se produzcan en el tratamiento, la disminución de muertes por esta enfermedad podría venir de la prevención y el diagnóstico precoz.

Experiencia Profesional

Medicina General, Facultad de Medicina
UNIVERSIDAD DE VOLGOGRADO RUSIA 1990 a 1997.
Servicio Rural Urbano Marginal: Posta médica ESSALUD. Corpa cancha - Junín. Dic. 1997 hasta Nov. 1998.
XXIII Congreso de la Sociedad Francesa de Carcinología Cervino Facial. 21 y 22 de Nov. 2003. Poitiers - Francia.Valor de la TAC en la determinación del tratamiento en pacientes con Cáncer de seno Maxilar y su repercusión en la sobrevida. Experiencia en el  INEN (1988- 1998).
Miembro de la  Sociedad  Francesa  de Radioterapia  Oncológica  (SFRO).
Participación en la Campaña de Salud de Prevención y Diagnostico de Cáncer, Nazca, Diciembre del 2005.
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